viernes, 18 de noviembre de 2011

¿PARA QUÉ? PARA NADA.

Ya está este trasto sonando, juro que algún día lo tiraré por la ventana, no lo soporto. ¿Qué pecado habré cometido para vivir en esta agonía permanente? ¿Para qué ir a trabajar si a final de mes voy a estar igual de mal? ¡Me dan unas ganas de tirar la toalla! ¿Para qué tanta lucha? Vivo para pagar una casa que no me puedo permitir. No es cierto, porque no vivo. La angustia me puede, el temor a que el banco me ejecute la hipoteca no me deja vivir.
De momento y como no se me ocurre nada mejor, me voy a trabajar para que el banco tenga que cobrarse. ¡Mierda de vida! ¡Si yo llego a saber esto!
Compramos esta casa con la seguridad de dos buenos sueldos, desde el primer momento tuve la sensación de que nos endeudábamos demasiado, me dejé convencer. Ya no hay marcha atrás. Entre los dos íbamos pagando a trancas y barrancas, pues la cosa cambió, los sueldos dejaron de ser tan fantásticos, dejamos de hacer muchas cosas por pagar la casa, era nuestro sueño, teníamos que esforzarnos. La alternativa de vender la casa, no queríamos plantearla, todo era cuestión de apretarnos el cinturón mientras que las cosas mejoraran un poco. ¿Para qué? Para nada.
Me quedé sola, con un montón de deudas. No pude permitirme el lujo ni de llorar por su marcha. Me cegué a trabajar para salir adelante yo sola. ¿Para qué? Para nada.
Cansada de hacerlo, de darme cuenta de que no merecía la pena trabajar a destajo, cuando los intereses de demora me engullían, llevaba el cinturón tan prieto que casi no podía respirar. ¿Para qué? Para nada.
Decidí trabajar un poquito menos, vivir un poquito más, que  no significa gastar más. Ya que el banco me va a quitar esta preciosa casa, la disfrutaré mientras sea posible, luego no sé lo que haré, no voy a hacer planes de futuro, me conformaré con vivir el día a día lo mejor posible.
Vivo en un pueblo precioso, muy pequeño, hay censados ochocientos habitantes más menos. Me doy cuenta de que llevo cinco años aquí y no lo conozco, casi nadie me conoce.
Así que después de trabajar todo lo que mi cuerpo, mi cabeza y mis clientes me permiten, la tarde es mía. Salgo de trabajar con ganas de vivir, con ganas de llegar a casa. Como algo, si hace buen tiempo salgo al jardín, a disfrutar de él ¿de qué sirve tener un jardín si no puedes disfrutarlo? Lo tenía todo abandonado, ¿qué hago matándome a trabajar por un jardín que no puedo cuidar?  Ahora lo cuido, lo mimo, es primavera y está precioso, luce en todo su esplendor, el césped está más bonito que nunca. No puedo permitirme el lujo de comprar plantas, pero las pocas que tengo, rebosan vida, tengo una planta del dinero, cosas que tiene esta vida, tremenda, si cada hoja que tiene fuera un euro, estaría forrada ¿será una premonición? ¡Ojalá! Cuando estoy en mi casa, cuidando del jardín, vuelve la esperanza de que a lo mejor, tengo un golpe de suerte y toda esta angustia da la vuelta y se convierte en serenidad. A lo mejor un día cojo el periódico, miro mi boleto de lotería y resulta que he tenido suerte, saldo mis deudas y puedo vivir tranquila. No pido una fortuna, no pido dejar de trabajar, sólo pido vivir tranquila, que cese la angustia, la ansiedad. Que cuando suene el teléfono, no lo coja diciendo “por favor que no sea nada malo”, ya voy servida de malas noticias. Dicen que Dios te envía solo lo que puedes soportar, bueno, pues yo ya no puedo soportar más. ¿Cuántas pruebas más tengo que superar? Estoy al límite. Solo me reconfortan mis ratitos dedicados al jardín que sé que si nada lo remedia, lo perderé, como he perdido casi todo en esta vida. Creo que ya está bien, que todo tiene un límite y que ya he llegado a él. ¿Para qué? Para nada

19 comentarios:

  1. Amiga, no es como lo estàs viendo.

    Mi vida a sido signada por terribles tragedias, como la ejecuciòn de tu hipoteca.

    Y lo peor, es que jamas sucedieron!!

    No te amargues por el futuro. No te "pre" ocupes.

    Ocùpate del hoy, y el mañana serà el mejor posible.

    Se que ahora ves todo negro. (si lo sabrè yo!).

    Pero piensa que solo puedes mejorar. A no rendirte.

    Un abrazo.

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  2. animo, si de verdad lo deseas, tu suerte cambiará.
    brazos

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  3. vive el día a día, sabiendo que has hecho las cosas bien, lo que debias hacer en cada momento, el futuro no lo sabemos, el presente sí.
    un abrazo

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  4. GAUCHO, GRACIAS POR TUS PALABRAS..ERES BIEN VENIDO A MI CASA.

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  5. ANONIMO.
    LO DESEO TANTO QUE A VECES HASTA ME LO CREO.
    UN SALUDO
    YO

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  7. Querida amiga desconocida, es normal tu decepción ante la vida.
    Porque te ha tratado mal.
    Porque te has quedado sola.
    Porque tu jardín es tu refugio.
    Porque quienes te deben ayudar te ahogan.
    Porque debes defenderte de lo que son tus derechos.
    Porque vivir para no vivir es absurdo.
    Saldrás adelante.
    Tu jardín exuberante en esta estación del año se transformará en vergel inmenso.
    Tu trabajo y tu capacidad serán reconocidas y recompensadas.
    Los poderosos terminarán, acerán y se hundirán en su propias excrecencias.
    Libérate escribiendo al mundo.
    Libérate haciendo estallar tu soledad.
    libérate expulsando espíritus falaces y opresores.
    Sé tu. Sé vos.
    Dime en mi blog cómo quieres que te llame.

    Todo mi empuje para elevarte. Un abrazo.

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  8. El penúltimo renglón ya lo sé, Marian.
    Marian, ¡carpe diem! Y..., descolócalos.

    Un abrazo, amiga.

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  9. Te llamas Marian, o yo? porque yo también soy yo.

    Saludos, y bienvenida a este mundo virtual donde es fácil -si uno quiere- hacer amigos

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  10. Entre drama y tragedia te estás moviendo ¡Mira el pasado no existe, ya no está , se ha ido , el futuro no existe , aún no llegó, cuida tu jardín y vive lo que se puede vivir , el ahora. Un amigo mío perdió su casa por no poder seguir pagando ahora vive en apartamento chiquito y es el más feliz del mundo.
    ¿para qué? estás y nos gusta que estés.
    Un beso

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  11. Quizás el golpe de suerte llegue a tu puerta, ojalá, ojalá.
    No sufras lo ocurrido. Lamento lo perdido pero disfruta lo que tienes, tu jardín, aún lo tienes.
    Algo me gustaría decirte que te reconforte, imagino que no es fácil. Pero igual apelamos a la esperanza. Comprendo esta situación, estuve en la misma. Un gran relato.
    Alicia

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  12. ANONIMO.
    A VECES EL MIEDO AL FUTURO, NO TE DEJA VIVIR EL PRESENTE.
    UN SALUDO
    YO

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  13. ANTONIO CAMPILLO.
    GRACIAS POR TUS PALABRAS, RECONFORTA SABER QUE ALGUIEN TE ESCUCHA, TE ENTIENDE.
    UN ABRAZO
    YO

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  14. JUAN RISUEÑO.
    GRACIAS, POR TU VISITA A MI JARDIN.
    UN ABRAZO
    YO

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  15. ANDRE.
    GRACIAS POR TUS PALABRAS, EL PROBLEMA IGUAL NO ES LA CASA, SI NO LAS ILUSIONES QUE PONES EN ELLA.
    UN ABRAZO
    YO

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  16. ALICIA.
    GRACIAS POR TUA ANIMOS,OJALÁ, OJALÁ, LA SUERTE LLAME A MI PUERTA.MIENTRAS TANTO DISFRUTARE DE LO QUE TENGO.
    BESOS
    YO

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  17. yo viví una situación muy similar a la tuya, salí bien, pero sin tirar la toalla, luchando hasta el final, ojalá la fortuna llame a tu puerta, lo deseo de corazón.
    un fuertisimo abrazo
    marian

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  18. digo lo mismo que marian, sin tirar la toalla, pero viviendo el presente, el futuro no está escrito.

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  19. PARA NADA. PENSAR PARA QUÉ

    PARA QUÉ PENSAR? PARA NADA

    PENSAR PARA QUÉ, ES PARA NADA

    ahora no puedo ni escribir...pero cuando todo pase...si lo pienso vuelvo o vuelvo pensando... o ya veré si pienso...

    hay quien no tiene ni toalla...

    disculpa aunque parezca que hablo en broma no lo hago estoy distonica en estos momentos, para poder teclear esta miseria estoy haciendo un esfuerzo...
    Hacemos un trueque? yo me quedo con tu toalla y tu tiras mis distonías.

    Besos y mucho amor.
    je

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